viernes, 6 de julio de 2007

Introducción

En este trabajo quisimos compartir los conocimientos aprendidos en el curso de bioética desde una perspectiva más dinámica y masiva presentándolo a través de un blog.

Un blog, o en español también una bitácora, es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. El término blog proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario). El término bitácora, en referencia a los antiguos cuadernos de bitácora de los barcos, se utiliza preferentemente cuando el autor escribe sobre su vida propia como si fuese un diario, pero publicado en Internet en línea.

Esperamos que este trabajo sea un aporte a la comunidad universitaria, creando un espacio de discusión en el cual confluyan diversas opiniones y comentarios en torno a la bioética.

Bioética en el trabajo interdisciplinario


En el proceso de mejoramiento de salud intervienen una gran cantidad de profesionales, donde cada uno con sus conocimientos especializados, contribuyen, en el todo y en parte, en beneficio del paciente con miras al restablecimiento de sus condiciones óptimas de salud. Esto, sin duda obliga que en este procedimiento deban convivir estos profesionales quiénes desde un punto ético en pro del trabajo interdisciplinario, deban actuar en base de principios éticos de eficiencia, responsabilidad y un profesionalismo acabado.

Entendido por trabajo interdisciplinario, un momento en el cual confluyen múltiples especialidades “tantos profesionales como técnicas”, todos integrados de manera funcional en la consecución de un fin común.

En el perseguimiento de este fin es importante que todos estos actores compartan una base ética, de manera que el trabajo sea productivo, funcional y exitoso. En este nivel la enfermería interviene otorgando los cuidados y asistencias permanentes al paciente desde el ingreso hasta el fin de su rehabilitación, a través de este proceso el enfermero recibe y entrega indicaciones de procedimientos en pro de los pacientes debiendo enfrentarse cotidianamente a acciones que para su óptima eficacia estén orientadas por principios tales como:

Principio Beneficencia, en el cumplimento de este principio el enfermero de realizar los procedimiento indicados de manera profesional, acabada y responsable siguiendo los protocolos o procedimientos estándares en cada trabajo realizado.

Principio No Maleficencia, en base a este principio el enfermero deberá no ejecutar procedimientos o acciones que empeoren la condición de salud del paciente, en este ámbito cuando el enfermero recibe indicaciones de ejecutar procedimientos que a juicio de este no son beneficiosos para el paciente, un enfermero esta en el deber de discutirlo en base a sus conocimientos científicos y empíricos con el médico o el profesional que indicó el procedimiento objetado. En todo caso el enfermero nunca podrá a negarse a realizar procedimientos indicados, pudiendo registrar cuando allá objetado un procedimiento. De igual manera cuando el enfermero indica procedimientos a realizar a los técnicos de enfermería debe responsabilizarse en la ejecución de estos, siendo responsable por la elección del procedimiento, elección del técnico y la supervisión de este en la realización del procedimiento.

Principio de autonomía, el paciente deberá saber quien es el actor de la salud que se presenta ante él, como enfermero perteneciente a un equipo de salud, tenemos la obligación de informar las acciones realizar para prestar un servicio que nos distinga y nos presente con un rol dentro del equipo, tener la capacidad de tomar decisiones propias en momentos oportunos en pro de la salud del paciente, sin exceder los límites de la atribuciones que nos otorga la profesión y así no interferir con el trabajo del equipo de salud al que se pertenece. Se debe hacer de forma responsable y justificable en el saber de las ciencias.

Por último el principio de Justicia, tenemos que estar concientes de que el paciente esta siendo atendido por todo un equipo de salud conformado por múltiples profesionales al cual pertenecemos, donde todos adquirieron información académica, los cuales se entrenaron para maximizar la salud de los pacientes que tienen a cargo, por esa razón el trabajo interdisciplinario debe ser tolerante, responsable e igualitario si bien no todos saben lo mismo o realizamos los mismos actos, todos buscan la mejora del ser cuidado.

En síntesis el trabajo interdisciplinario es un trabajo que no sólo implica lo científico posee distintas aristas las cuales confluyen en relaciones interpersonales, competencias profesionales, sentido de la vocación por la salud.

jueves, 5 de julio de 2007

Bioética y duelo


por Nataly Berrios


Sin duda todas las personas tenemos temor al muerte en diferentes grados y desde diferentes perspectivas lo desconocido nos llena de incertidumbres, hay tantas teorías acerca de lo pasará, las hay religiosas, que nos prometen una vida idílica…las que ven al alma como un ser infinito, o de simplemente pensar que dejamos de existir cuando dejan de latir nuestros corazones.

En general tendemos a ignorar o pensar que somos intocables, que solo el dolor de una pérdida le puede pasar al vecino o es fantasía lejana que vemos a diario en noticieros y guerras. Pero es un sentimiento inherente al ser humano el rechazar el dolor, por eso es tan difícil tomar la decisión de contratar seguros de vida o comprar terrenos en un cementerio…el dolor de la pérdida nos congela.

Cuando una persona enferma y ese temor se hace tangible, es tan difícil pensar positivamente y ver a la muerte como un proceso que es tan parte de la vida como la propia vida…que cuando sucede se nos viene el mundo encima, creemos que somos castigados por Dios, y generalmente ocurre un proceso de culpar a alguien por lo que nos esta pasando…

Las enfermeras se enfrentan a diario con el dolor de otros y en muchas ocasiones con la muerte, sin duda que esta relación diaria con situaciones de las que el común de la gente le teme, como son la enfermedad, el sufrimiento y el duelo…esto nos hace personas especiales en algún sentido..muchas veces he querido contar alguna experiencia que me ha sucedido en la practica clínica, pero son situaciones tan tristes, se que en mi casa siempre habrá alguien que me escuche, pero al final me comentan…no se como te puede gustar el hospital…pero pienso que mas allá de lo mucho que me gusta mi profesión siento que me motiva algo más fuerte, y como dice la frase “ en la batalla de la vida de hay personas que conducen y otras que son conducidas”, yo me siento llamada a ayudar a conducir a seres humanos que no pueden conducirse durante periodos tan difíciles como es el duelo.

Somos un profesional que estamos muy cercano a los pacientes, y dar noticias dolorosas muchas veces será nuestra responsabilidad, y es de sentido común el no tomar a la ligera una noticia de tal magnitud y empatizar, llegando incluso a sentir lo que puede provocar cada una de nuestras palabras en la otra persona, ya que lo que para nosotros será en muchas ocasiones una actividad más del día, para el otro puede significar el cambio radical de su vida entera.

Lamentablemente todo esto que parece ser algo lógico, es una practica muy alejada de la realidad que se ve en los hospitales, y me he sorprendido a las 3 de la madrugada recibiendo una noticia que me informaba, con palabras frías y lejanas, que sonaban a través del teléfono que un familiar cercano había fallecido, no pude más que paralizarme ante esa voz, y por primera vez viví lo que sienten los pacientes ante esa noticia tan devastadora, que te cambia la vida de un minuto a otro. Me di cuenta de lo difícil que es pensar en resiliencia en esos momentos en que sientes que todo no es más que un castigo, que aquello no debe estar pasando, no a mi…

Por eso he comprendido a través de la experiencia propia que recibir una noticia de esta gravedad es algo que recordarás toda tu vida y debe ser dada con mucha cautela. Y cuando yo sea la que este al otro lado del teléfono dando la noticia recuerde las palabras que necesitaba escuchar en ese momento y más que comprender sienta el dolor que la otra persona esta experimentando. en el minuto en que mis palabras se convertirán muchas veces en palabras que ellos también recodaran toda su vida.

El jardinero fiel

  • Experimentación de medicinas en pacientes eligiéndolos arbitrariamente por parámetros ajenos a los de científico sino por parámetros económico-políticos. (Se transgrede el principio mínimo de la no maleficencia)

Se presenta en la trama de la película en la cual se exhibe como un consorcio de empresas ligadas al mundo de la salud utilizan a personas desposeídas del África a quienes se elige para engañarlos y probar en ellos nuevas “medicinas” (al menos son proyectos) sin informarlos del hecho. Las empresas se coluden con el objeto de acelerar las pruebas en pacientes para crear medicinas seguras para su venta en el primer mundo.

Como enfermeros, no podemos influir en las decisiones políticas que se toman en torno a la “utilización” de personas del tercer mundo para pruebas farmacológicas. Pero sí es nuestro rol, de acuerdo al principio de principio de no maleficencia (aunque sea por omisión) el de proveer a nuestros pacientes TODA la información disponible acerca de los procedimiento y riesgos asociados de estos. Siendo también una responsabilidad asociada la del enfermero para consigo mismo en cuanto a informarse de manera acabado acerca de los procedimientos que practica y no realizar aquellos que de manera arbitraria pudieren dañar a grupos de población por criterios arbitrarios y ajenos a lo bioético.

  • Lucro en la fabricación de medicinas. (En confrontación con el principio mínimo de Justicia)

Reprochable es el lucro existente en la fabricación de medicinas especialmente cuando se actúa con doble estándar. Se prueba medicinas inseguras con gente pobre y culturalmente desvalorizada mientras se restringe la provisión y ofrecimiento de medicinas seguras a los mercados económica y culturalmente predominantes.

Nuestro rol es unificar un criterio bajo el cual nuestro gremio no deje de advertir de manera permanente y con fuerza de estas situaciones que violentan la igualdad del ser humano.

  • Preponderancia de principios valorativos sobre los intereses personales. (Beneficencia)

En el film en análisis, Tessa, entregó su vida en defensa de los principios valorativos encarnados por ella. Inquieta por la tiranía con que las empresas administraban pruebas farmacológicas a personas como quien dirige un ganado, fue encarnando el principio de la beneficencia de forma activa.

Nuestro rol es de manera activa repudiar actitudes y poderes que atenten contra la salud de nuestros pacientes


Reflexión

Tal como Thomas Hobbes lo sintetizare en el siglo XVII en su célebre frase “Homo homini lupus” ciertamente el hombre pareciera ser un lobo para el hombre. La competencia es férrea e incesante. No es la maldad. Es la humanidad la que se mueve al concierto de los intereses. Nada es por amor… si así lo parece… ciertamente es “interés” en el amor…

Si hasta en el amor hay interés… carentes de pecado entonces parecen la codicia, las ansias de poder, el egoísmo... la autodestrucción…

Ante el sufrimiento… el saber palearlo parece más que piedad y bondad… es más bien un buen negocio… con intereses… rentas… esferas de protección.

Así, el jardinero fiel, película dirigida por el cineasta, arquitecto y activista ecológico, Fernando Meirelles, alcanza a ser una vaga fotografía de del mundo de los intereses económicos que de manera inescrupulosa pretenden canjear personas por bienes.

Detrás de los lujosos escritorios desde donde se toman las decisiones de mercado de las grandes empresas farmacéuticas, en todos sus niveles, investigación y desarrollo, producción, distribución y ventas, las mentes sólo alcanzan a contemplar números, contando sólo aquellos quienes ostentan la calidad de clientes y no la condición de pacientes. Sin embargo… el gran problema ético no puede dejar de ser… de que en cada una de estas etapas contenidas en las empresas farmacéuticas, como así también en las demás “empresas” de la salud, conviven, colaboran, participan, y se comprometen profesionales de la salud… de quienes “sí” es posible exigir un estándar bioético puesto que no es posible manipular la vida del ser humano, en sus enfermedades, sin siquiera advertir el valor de la vida… o en último caso… a estos profesionales les es exigible un estándar de conducta acorde a la bioética debido a que así lo aprendieron, mediante cátedras como esta, en sus respectivas formaciones académicas.

Peor aún es el reconocer lo evidente del interés económico subyacente al mundo de la salud. Así, no es posible explicar por otra manera el porque de las escasas redes de conocimiento en las que el mundo científico comparte sus avances y se hace parte de manera activa, como por ejemplo, en la investigación de magnas pandemias, en las que los laboratorios compiten reclutando científicos prominentes con miras a desarrollar entre cuatro paredes soluciones a los males que aquejan al ser humano. ¿Cuál es el interés de la competencia? ¿La preservación de la vida? Ah? O más bien… ¿no son acaso intereses ajenos a lo científico los que motivan esta competencia? No es el dinero? Entonces, ¿Qué es?

Cuando a todo esto mezclamos engaños como los el filme se encarga de mostrar, donde, coludidos el poder político y económico, someten a determinados grupos de personas a pruebas desinformadas e irresponsables teniéndolos como “conejilos de indias” No podemos entonces, no abordar una respuesta ante esto… Las utopías han muerto… No se puede cambiar el mundo… pero sí nuestros entornos… tal vez si partiéremos por eso… algo cambiaria.

Bioética y la discriminación en salud.

La discriminación en la atención médica contraviene uno de los principios éticos fundamentales de la medicina que tiene que erradicarse en una sociedad donde la salud es un derecho.

En el campo de la salud, equidad significa asegurar una atención médica integral a todos los chilenos, no sólo a nivel básico sino también en niveles de gran complejidad. En Chile, el problema de la pobreza es importante y ello se traduce en diferencias marcadas de ingresos y oportunidades, por lo que es un aspecto muy sensible. La realidad chilena es de una medicina muy efectivista, con especialistas de alto nivel, sin embargo, el modelo de atención y el financiamiento existentes hace que estos recursos no estén disponibles para todos, según cada una, de las necesidades de cada individuo.

Las diferencias entre el ingreso de las clases sociales han aumentado en los últimos años en vez de reducirse, lo que deriva en notorias diferencias y deficientes indicadores de atención y esperanzas de vida en las clases sociales de bajos ingresos, por lo que para el MINSAL la falta de equidad es uno de los defectos básicos del sistema

La equidad en el acceso está establecida en términos legales, pues la Constitución Política del Estado resguarda el “ libre e igualitario acceso a las acciones de salud”. Es muy probable que en nuestro país el acceso legal sea el 100 %, pero el acceso físico no lo es, particularmente si hablamos de áreas rurales.

La equidad financiera del sistema de salud tampoco existe. El acceso y cobertura de atención médica son diferentes según:

· Capacidad económica del usuario, donde los beneficiarios del sistema privado pueden costearse todas las atenciones de salud, en contraposición con los beneficiarios públicos del FONASA , donde solo pueden costearse el 41 % de sus necesidades.

· Calidad y resultados de atención de salud entre el sistema público y privado, entre los hospitales y entre cada centro privado, donde nuevamente se observan diferencias en desmedro de los lugares públicos y aquellos centros privados que atienden a personas de menores ingresos.

Desde el punto de vista de enfermería no se puede dejar de lado la realidad de la sociedad chilena, e ignorar al sistema al cual pertenecemos ya que la laborar de enfermería es tan amplia desde la atención hasta el paciente a la administración de recursos o cargos públicos y privados en el desarrollo del sistema de salud, he ahí la importancia de preservar los dilemas éticos de manera integral en el desarrollo de nuestra profesión.

El principio de beneficencia, siempre presente en la formulación de apoyo a quienes lo necesitan, trabajando enérgica y responsablemente en lo cargos en pro de los demás.

El principio de la no maleficencia simplemente realizando un trabajo responsable, aportando conocimientos e ideas, actualizándose constantemente y ser muy conciente de los que se debe hacer para mejorar el sistema de salud.

El principio de autonomía, ejecutando un trabajo independiente con un rol definido, siendo tolerante y respetando los derechos de las personas.

Y por último el principio de justicia, tratando de buscar la equidad de lo usuarios del sistema de salud ya que no debiese ser la pobreza un limitante para tener una atención y salud digna.

Es claro y evidente que en Chile existen variadas situaciones de inequidad a pesar, de que el Estado chileno se ha preocupado del área de salud de manera prioritaria, impulsando una reforma al sector.

Por otro lado, la salud como activo, depende no sólo de medidas y sectores propios de la salud, sino que conjuga varios sectores de la vida ( hacienda, obras públicas, viviendas, factores ambientales, legalidad, seguridad social, relaciones exteriores, etc.); por lo que lograr actuar sobre algún índice, implica una acción en conjunto con la sociedad.

Bibliografia:

  • Información para la Equidad en Salud en Chile. OPS , Oficina Regional de la OMS. Santiago , Chile, 2001.

Actitud ética frente al paciente psiquiátrico

Al pasar los años la sociedad y la medicina han evolucionado enormemente con respecto a la psiquiatría, ya que debemos recordar que en la edad media los enfermos con patologías mentales eran considerados seres esotéricos, malignos, poseídos por el demonio o un fenómeno sobrenatural como la brujería, los cuales debían ser simplemente encerrados o en casos extremos exterminados, como sucedió en el siglo XV en que todo comportamiento anormal era considerado como demoníaco y una conspiración contra la iglesia lo que derivó en una “caza de brujas” en la que murieron miles de personas porque el tratamiento para liberar el alma del demonio era la tortura y la hoguera. Todo esto basado en el desconocimiento de que la mente es un componente primordial en lo que somos como seres humanos, y que también puede sufrir enfermedades tal como nuestro cuerpo.

Pero gracias a personas que pudieron ver más allá en los siglos XVIII y XIX, el medico Philippe Pinel, Kraepelin, Sigmond Freud contribuyen a cambiar la actitud de la sociedad al enfermo mental, definiendo clasificaciones en psiquiatría y plantear concebir al enfermo como un ser al que es necesario escuchar, observar y comprender.

Pero la sociedad actual aún, conserva cierto prejuicio ante el enfermo siquiátrica, existen barreras morales en el contexto social, como son la discriminación y la intolerancia, todo esto debido a la sobrevaloración de la eficacia, a la productividad, que cada día hace de esta sociedad un ambiente mas competitivo e impersonal.

En la actualidad la prevalencia de patologías mentales como la depresión es muy alta, la mayoría de las personas han tenido contacto con algún conocido o ser cercano al cual se le ha diagnosticado esta enfermedad, sin embargo, debido a las barreras morales, existe un cierto temor al decir “ tengo depresión”, porque quizás se tilde de “loco”,que no lo comprendan, que piensen que es solo “flojera”, o simplemente la mayoría de la gente se aleje lentamente, ya que tristemente lo común es que las personas “sanas” huyan de los problemas y mas si son ajenos y les van a crear una preocupación extra a su ya estresada vida.

No debemos olvidar que lo mas importante para entregar una atención de calidad a nuestro paciente, es que la enfermera posea capacidades especiales para trabajar en el área de la psiquiatría y nunca olvidarse de la intuición, siempre ver mas allá de la patología y lo visible, oír a lo que nos dice nuestro corazón acerca de lo que le ocurre al paciente, obviamente hay personas que han desarrollado esta capacidad personal de manera muy exitosa, pero como enfermeras nos caracterizamos por ver al paciente de una manera biosicosocial, ver mas allá de la enfermedad y valorar con énfasis el lado humano. Es en la psiquiatría el área en que nunca nos debemos olvidar de esta importante cualidad que nos representa como profesionales, ya que valorando áreas como sentimientos, emociones, valores, proyecciones, modo de enfrentar la vida, resiliencia, relaciones familiares, sociales, laborales, rasgos de la personalidad, etc podremos estar descubriendo a la persona, sus virtudes y cualidades, en las cuales debemos trabajar y potenciar y quizás descubrir alguna patología que no este diagnosticada.

Pero para poder atender y ayudar a otros, lo primordial es estar bien como persona, por que el profesional de enfermería que se desempeña en servicios de psiquiatría, debe encontrarse sano mentalmente, ya que por el contrario no será capaz de ver mas allá de sus propios problemas, y le costará demasiado enfocarse en el paciente, lo que entorpecerá, el desarrollo exitoso de su tratamiento y control.

Las actitudes profesionales que una enfermera debe desarrollar desde el punto de vista del Principalismo son:

Beneficencia, esto debe verse reflejado en todas las actitudes que le produzcan un bien al paciente como brindar acogida, trato amable y cariñoso, entregar contención emocional, acompañar al paciente en largo proceso, etc.

No Maleficencia, quiere decir no hacer el mal al otro, en este caso podemos aplicarlo no dando falsas expectativas, no prometer una cura rápida, un tratamiento sin reacciones adversas, una reinserción rápida en lo laboral, etc.

Autonomía, la enfermera debe fomentar la independencia del paciente, enfatizar en la familia que dependiendo de la gravedad del caso, siempre deben darle tareas, y actividades en los que el desarrolle sus capacidades y se sienta útil, no tratándolo como a un enfermo, se debe además apoyar las dediciones propias, y respetar la intimidad del paciente.

Justicia, la enfermera debe respetar los tiempos de atención, favorecer las ayudas técnicas, entregar información acerca de grupos, organizaciones y profesionales de apoyo, y por sobre todas las cosas no discriminar al enfermo siquiátrica.

Debemos comprender que cuando se presenta un paciente psiquiátrico, esta detrás de el, una familia la cual también esta sufriendo un proceso difícil, el que afecta a todos los miembros directa o indirectamente, que muchas veces es doloroso aceptar la cronicidad de la dolencia y el aprender a lidiar con ella. El proceso dependerá en gran medida del miembro de la familia que se vea afectado, ya que si se enferma el/la jefe/a de hogar, deben cambiar roles, quizás un hijo o la madre tome las riendas del hogar en cuanto a reglas y soporte económico, lo que conlleva un gran cambio en la dinámica familiar.
Y si es el caso de un hermano, esto la mayoría de las veces genera conflictos, a largo plazo aparecen sentimientos de celos hacia el hermano afectado, y culparlo por que la madre o padre se preocupa más de él. La dinámica familiar puede verse afectada de maneras diversas, la enfermera debe valorar este pilar fundamental, ya que en ella debemos realizar intervenciones, tales como educación, y expandir la redes de apoyo ( sicólogos, asistente social, etc), porque si la familia esta mal, difícilmente el paciente logrará vivir tranquilamente. Debemos poner al tanto a la familia lo importante que es su rol en el tratamiento de la enfermedad siquiátrica, ya que si ellos sobrevaloran las habilidades pérdidas, pueden provocar en el paciente una desmotivación, lo que llevará a la pérdida de interés en continuar la vida, y también una desmoralización, lo que provocará una pérdida de autonomía en el paciente, y pasará a depender completamente de su familia.

Como enfermeras debemos saber que la conciencia moral de la personas con enfermedades siquiátricas esta alterada, así la perdida del sentido común moral (o su uso ilegítimo) provoca desadecuaciones conductuales evidentes para la comunidad que convive con la persona afectada, su familia, sus compañeros y amigos, etc.. estos pacientes sufren en la mayoría la pérdida de los límites sociales, desajustes del contexto cultural, perdida de autocontrol, oposicionismo, despreocupación de la seguridad de los demás, resentimientos con el entorno, falta de remordimiento, falta de respeto u oposición activa a los usos sociales, y exagerado egocentrismo, entre otros rasgos.

Estas son algunas características que definen a una persona con un trastorno de la personalidad, lo que se puede expresar por un comportamiento que se aleja de lo esperado por la cultura y el ambiente sociocultural, lo que se hace estable en el tiempo y le trae malestar al paciente y al entorno.

En estos pacientes aun percibimos algo común a todos los seres humanos: existe el uso de las mismas palabras, se elaboran juicios, se comunican intenciones, se establecen conversaciones como una necesidad de formar vínculos. Lo anterior nos lleva a inferir que existe un sentimiento o sensación de humanidad que se conserva, una capacidad que aún persiste y que les permite distinguir lo bueno de lo malo, lo bello de lo feo, lo correcto de lo incorrecto.

Lo más importante es siempre velar por el bienestar y la seguridad del paciente respetando la dignidad humana, lo que implica que cualquiera sea la naturaleza o gravedad de los trastornos o deficiencias mentales sufra, tiene los mismos derechos fundamentales que el resto de las personas. Ello implica también el derecho a disfrutar de una vida armoniosa lo más normal y plena posible.
Tenemos el deber ético de proteger a los más débiles, y el paciente psiquiátrico tiene una fragilidad enorme ya que su mente esta en desequilibrio. La fragilidad del impedido puede ser violentada por actos de comisión o de omisión.
En el primer caso podría estar, por ejemplo, el sometimiento del paciente mental a investigaciones que no tengan beneficio real y directo para su salud o bien que no consideren su rechazo. Otra forma de violencia, esta vez por omisión, se produce frente al abandono del impedido por la sociedad, comunidad, equipo sanitario o familia, quienes tienen como imperativo ético y jurídico, la obligación de brindarles protección.
Aquí juega un papel primordial el cumplimiento de los diferentes aspectos del principalismo, lo que siempre nos llevara a realizar lo mejor para el paciente, protegiéndolo y no queriendo hacerle mas daño. El equipo de salud debe tener especial atención en fiscalizar el cumplimiento del principio de beneficencia, ya que como este tipo de paciente es en ocasiones violento y descontrolado, hay que fiscalizar los modos y técnicas de contención.



Testimonio de una paciente con Esquizofrenia…

"En forma repentina, las cosas no iban tan bien. Empecé a perder control de mi vida y, sobre todo, de mí misma. No podía concentrarme en mi trabajo escolar, no podía dormir y, cuando lo hacía, tenía sueños de muerte. Sentía miedo de ir a clases, imaginaba que las personas hablaban de mí y, además de todo esto, oía voces. Llamé a mi madre que vivía en Guadalajara y le pedí consejo. Me dijo que me mudara de la ciudad universitaria y me fuera a vivir a un departamento con mi hermana.


"Después de que me mudé con mi hermana, las cosas empeoraron: tenía miedo de salir y, cuando miraba por la ventana, parecía que toda la gente que estaba afuera gritaba 'Mátenla, mátenla". Mi hermana me forzaba a ir a la escuela. Solía salir de la casa hasta que sabía que ya se había ido a trabajar; entonces, regresaba a casa. Las cosas siguieron empeorando cada vez más. Creía que tenía un olor corporal desagradable y en ocasiones me bañaba hasta seis veces al día... La situación no mejoró: no podía recordar nada. Tenía un cuaderno lleno de recordatorios que me decían qué debía hacer cada día. No podía recordar mi trabajo de la escuela y estudiaba desde las 6 p. m. hasta las 4 a. m., pero nunca tenía el valor de asistir a clases el día siguiente. Traté de platicar con mi hermana sobre esto, pero no entendió. Me sugirió que consultara a un psiquiatra, pero tenía miedo de salir de la casa para ir a verlo.

"Un día, decidí que no podía soportar el trauma, de modo que tomé una sobredosis de 35 pastillas de Darvon. En ese momento, una voz en mi interior me dijo, '¿Para qué hiciste eso? Ahora ya no irás al cielo'. En ese instante, me di cuenta que en realidad no deseaba morir, quería vivir y sentía miedo. Así es que fui al teléfono y llamé al psiquiatra que mi hermana me había recomendado."

Después de más de un año de tratamiento, primero en el hospital y después fuera de éste, J. decidió que estaba bien y suspendió tanto los medicamentos como la terapia. Consiguió un trabajo, pero lo perdió muy pronto. "Mis amigos y familiares decían que me comportaba en forma extraña, pero yo no me daba cuenta. Iba a bailar casi todas las noches para recuperar el tiempo que perdí cuando sentía miedo..."

En el otoño, regresó a la escuela en Ciudad de Méxicoi para terminar su último año de bachillerato. Después, fue hospitalizada otra vez. "En esta ocasión, las cosas estaban dos veces más mal que en la primera, ya no oía voces, pero lo que veía y soñaba era mucho más traumático. Recuerdo que en un momento creí ser Jesucristo y que estaba en la tierra para perdonar los pecados de toda la gente".

Después de un mes en el hospital, J. regresó a casa y se sometió al tratamiento con drogas antipsicóticas y a psicoterapia como paciente externo. Dos años después, todavía bajo tratamiento, regresó a la universidad, era presidente de la sociedad femenina estudiantil, "estaba más segura y feliz que nunca antes en mi vida".



Testimonio de familiares de enfermos esquizofrénicos

Mi madre es una esquizofrénica paranoide. Antes, sentía miedo de admitido, pero ahora tengo que escribirlo en un papel. Podré decirlo una y otra vez: madre, esquizofrénica, madre, paranoide, madre, vergüenza, culpa, madre, loca, diferente, madre, esquizofrenia.
Durante 13 años, he enseñado a los niños que son pacientes internos de un pabellón del Bellevue Psychiatric Hospital en la ciudad de Nueva York y todavía dudo al revelar la naturaleza de la enfermedad de mi madre. Cuando platico con mis amigos sobre mi madre, incluso con los que son psiquiatras, me arrepiento de ser tan abierta y me preocupa que me considerenpeculiar...

Por fuera, nuestra casa se parecía a las de los vecinos, pero por dentro era tan diferente que no había punto de comparación. Nuestra casa era un desastre. Todo estaba desordenado. Nada combinaba, los muebles estaban rotos, los platos quebrados y había huellas de café y quemaduras de cigarrillo en todo el piano. Nuestra casa me daba vergüenza. Era imposible invitar a los amigos. Nunca sabía qué estaría haciendo mi madre ni cómo se vería. Era por completo impredecible. En sus mejores momentos, se encontraba trabajando en una escultura o practicando el piano, fumando en exceso y bebiendo café rancio, con un vestido demasiado viejo como para darlo en caridad, que colgaba de su cuerpo enflaquecido. En sus peores momentos, se encontraba gritando a mi padre, todavía con el camisón a las seis de la tarde y una apariencia salvaje en el rostro.
Cuando era adolescente, nunca fui popular y culpé a mi madre por eso...
Mi madre se interesaba mucho en la música y el ballet y me llevaba a todos los conciertos y presentaciones en Kansas City. Siempre se veía terrible cuando salía y, en más de una ocasión, llegó al teatro con pantuflas. Me daba vergüenza que me vieran con ella y antes de salir de casa, trataba de convencerla de que se vistiera en forma apropiada. Nunca me escuchaba y a veces se enojaba, pero elegante o no, la acompañaba. Me gustaba la música y la danza tanto como a ella. Incluso dedicaba los sábados por la tarde para estar con ella y escuchar los programas de la Metropolitan Opera y la amaba más y me sentía mas cerca de ella sentadas frente a una chimenea de gas, sintiendo su brazo huesudo alrededor de mis hombros mientras escuchábamos música juntas…
Cuando estaba en bachillerato, mi madre y yo compartíamos una habitación con camas gemelas. Cuando mi madre estaba recostada, empezaba a murmurar como si hablara en sueños. "No puedo soportar a esa niña. Es mala; es una zorra. Es igual que su padre." Me sentía aterrorizada, pero no me atrevía a moverme. Sentía que tenía que fingir que dormía porque no quería que supiera que estaba escuchando... Solía recostarme en la cama, deseando estar muerta, creyendo que era la niña sin valor que ella describía... Mi hermano mayor era el blanco de la misma clase de insultos y nos consolábamos uno al otro...

Bibliografía:

  • Apuntes asignatura "Salud Mental", Escuela de Enfermería, U. de Chile
  • Bioética y Discapacidad Psiquiátrica: Aspectos clínicos y jurídicos. http://www.scielo.cl

Dilemas éticos y SIDA

Según la Organización mundial de la salud al menos 40 millones de personas se encuentran infectadas con el VIH, creciendo esta cifra a un ritmo de 10% anual promedio. Un virus que ante la inexistencia de una terapia eficaz, y ante la imposibilidad de que las terapias existentes lleguen a todos los que la requieren, produjo la muerte a casi 3 millones de personas.

La discusión respecto del SIDA puede tornarse amplia y extendida llegando incluso a sus vertientes políticas, puesto que hace tiempo que dejó ser un tema exclusivo de salud pública. Sin embargo, desde un punto de vista clínico, nos sigue inquietando algunos temas, como de la privacidad del diagnóstico de sida, ya que en cierto modo, consideramos que también es nuestro deber proteger al equipo de salud de un posible contagio, informándole de alguna manera la condición del paciente. También se debe notificar obligatoriamente la enfermedad y a los contactos sexuales del paciente infectado con vih/ sida.

Se reconoce de que todo paciente tiene derecho a una atención médica digna, y su expediente clínico deberá manejarse en forma confidencial pero de alguna manera parece contradictorio el hecho de que por un lado se busca evitar que haya más infectados, pero esto implica que se viole el derecho del paciente a la confidencialidad, por lo citado en el párrafo anterior.

El tema es controversial en este sentido ya que si bien, el paciente siempre tiene derecho a una atención médica digna, y su expediente clínico deberá manejarse en forma confidencial esta confidencialidad es relativa... O es acaso que ¿esa confidencialidad para el resto de la comunidad y no involucra al equipo de salud?

Como primera reacción, ante un caso diagnosticado ciertamente de VIH+, suele ser de rechazo y actitud negativa al tener que realizar cuidados de enfermería y llevar a cabo el tratamiento como a los demás pacientes, posteriormente y por la responsabilidad profesional que nos corresponde asumir realizamos el tratamiento y los cuidados como a cualquier otro paciente, pero tomando el máximo cuidado y extremando las medidas preventivas y de autoprotección.

Debemos distinguir entre los cuidados y el trato que se realiza a este tipo de enfermos y los cuidados y trato que se deben realizar. En relación a lo que se hace debemos destacar la entrada en juego de una serie de variables que debemos tener presentes: preconceptos previos, contexto en el que se desarrolla el cuidado (cargas de trabajo, tiempo de que se dispone, equipo de trabajo, ...), posición de la familia ante el paciente y ante la enfermedad y actitud del paciente ante la patología. En relación a lo que se debe hacer, la profesión de enfermería ante el paciente con vih+ debe intentar cubrir las necesidades que el paciente no pueda cubrir por si sólo, prestándole el soporte psíquico, físico y emocional que necesite, evitando posturas de rechazo o de sobreprotección hacia estos enfermos, se debe buscar una aproximación al paciente, una aproximación a la familia y un intento por establecer una relación con el paciente, como uno de los objetivos a establecer podría ser el intento de ayudar a asumir la muerte que se acerca

El hombre para realizarse como persona, requiere de un comportamiento ético para practicar el respeto a la integridad que significa la vida y la dignidad de sus semejantes.

Discriminación administrativa

Profesora demandará a Salud por irregularidades cometidas en confirmación de nuevo caso de Sida

- Docente de 35 años acusa que el Hospital de Porvenir no respetó, entre otras cosas, su derecho a mantener la reserva de su identidad cuando se oficializó su condición de portadora del virus del Sida. - Por la forma en que se filtró la información referida a su caso, se le caducó su contrato de trabajo aunque le afirmaron que no se trataba de discriminación y debió emigrar de la capital fueguina.

Por Marisol Retamal G.
mretamal@laprensaaustral.cl

En junio del año 2004 cambió drásticamente la existencia de una educadora de párvulos oriunda de Concepción.
Ella residía en Porvenir y se desempeñaba en el Colegio María Auxiliadora de esa ciudad. Junto a sus tres hijos vivía con su pareja y mantenía una apacible vida en la capital de Tierra de Fuego.
Hasta que se enteró que era portadora del VIH-Sida, noticia que se le confirmó a través de terceros y que prácticamente en forma inmediata fue filtrada por funcionarios del Hospital “Marcos Chamorro” de Porvenir en distintos sectores de la comunidad fueguina.
La noticia se convirtió en una especie de ‘bomba’ en el pueblo. De hecho, el impacto inicial provocado por la confirmación del diagnóstico casi pasó a segundo plano, ya que para la mujer fue quizás mayor el ‘shock’ que sintió al encontrarse en una especie de ajusticiamiento moral de parte de muchos pobladores de Porvenir. A eso se suma el trato que califica como vejatorio, discriminatorio e impropio, por parte de funcionarios del hospital porvenireño que, según explica, nunca se preocuparon por mantener en reserva su identidad tal como señala la ley del Sida. También dice que los funcionarios de la Salud cometieron varias irregularidades en su caso y prácticamente la obligaron a someterse a la contramuestra del test de Elisa (que determina si la persona es portadora del virus) en el Instituto de Salud Pública (ISP), que depende del Ministerio de Salud.
La falta de tino con su nueva condición serológica llegó a tanto que incluso la presionaron para que elaborara una especie de listado de las parejas sexuales que había tenido. Y todo esto argumentando que se trataba de un problema de salud pública, pero entendido casi como una epidemia. “Me dijeron que si yo no me realizaba la contramuestra, ellos tenían la facultad legal de llamar a la fuerza pública para que lo hiciera. Me dijeron que entregara toda mi lista de parejas sexuales porque esto había que pararlo. Y yo culpo a los ‘dios-doctores’, esos de delantal blanco, porque yo lo hice, entendiendo que el procedimiento era el adecuado. Pero con el tiempo me di cuenta de que si quiero me hago una contramuestra, que no tengo por qué decir con quién me acosté y con quién no. Y también dieron por hecho que mi pareja tenía Sida, cosa que nunca ocurrió”, refuerza.

Un control rutinario

Andrea es el segundo nombre de la mujer afectada por esta dramática historia, pero prefiere identificarse de esta manera para dar la entrevista. Decidió someterse al test de Elisa en forma voluntaria, casi como un trámite más, entendiendo que no tenía VIH-Sida. “No es alguno a lo que tú vayas a estar preparado para enfrentar. Sin embargo, salió positivo. Yo te digo que hoy el impacto hubiera sido otro con la información que manejo ahora. Pero como primero se entera la comunidad y después yo, de la forma en que me entero, hizo que fuese más importante”, advierte.
Su pareja fue la primera persona a la que se le informó oficialmente del resultado de su análisis. De ahí se le entregó el análisis a un profesional que atendía a sus hijos, y que no estaba encargado del programa de VIH-Sida.
La “posta” de irregularidades continuó con otros hechos. Andrea dice que se hace cargo de los desaciertos que la llevaron a contraer el virus, pero critica la forma en que fue atendida y tratada por funcionarios de salud, que supuestamente estaban calificados para ello.

Caso discriminatorio

El martes 23 de enero Andrea formalizará una demanda contra quienes resulten responsables por las irregularidades cometidas en su caso. Funcionarios del Servicio de Salud Magallanes y el Hospital de Porvenir figuran como los principales cuestionados. Para ello cuenta con el apoyo legal de la organización nacional Vivo Positivo, representada por Verioska Carrasco, coordinadora nacional del área ciudadana y del abogado Juan José Arcos.
Andrea hoy tiene 35 años y reside en Concepción junto a sus hijos de 17, 12 y 9 años. No volvió a ejercer después de su abrupta salida del Colegio María Auxiliadora, el año 2004. Vive con una pensión de invalidez asignada por el gobierno en su condición de portadora del virus.
Entre los muchos y amargos recuerdos que tiene de su partida de Porvenir, menciona la forma en que se le obligó a dejar sus funciones como docente.
Aunque siempre le aclararon que no se trataba de una acción discriminatoria, en el colegio en que se desempeñaba terminaron su contrato de trabajo. Le pagaron todos los dineros que correspondían pero le indicaron que la decisión se tomaba pensando en su bien y también en los requerimientos de los apoderados del recinto.
“La discriminación es tan sutil. Si tú me preguntas por pruebas de que me discriminaron, lo más concreto que yo tengo es que efectivamente me echaron, aclarándome que no era discriminación, sino que por mi bienestar, que se debían a los apoderados y que necesitaban una tía que tuviera continuidad. ¡Y yo jamás he tenido un síntoma! Yo soy portadora pero no he entrado a una crisis de salud”, recalca.
Con la cobertura total que el sistema público de salud entrega al VIH-Sida, los pacientes pueden manejar la enfermedad como una patología crónica que no necesariamente puede provocar inconvenientes.
Resurgiendo lentamente

En septiembre del año 2004 Andrea se quedó sin la posibilidad de volver a ejercer. Trasladó a sus hijos desde Porvenir y emigró a Puerto Natales para asumir lo que le estaba ocurriendo, a entenderlo y a esperar la muerte. “Cuando tú no tienes información, te hablan de Sida y crees que te mueres al otro día por estas imágenes que recibimos todos”, recuerda.
Pero el hoyo en el cual se encontraba empezó a romperse cuando conoció a un consejero en VIH-Sida, de la agrupación Hain, quien le recomendó que participara en un encuentro nacional de mujeres viviendo con el virus.
Encontrarse con sus pares le permitió comprender que “me puedo morir de vieja, de copuchenta, de muchas otras cosas, pero de esto no. Ahí me cambió el ‘switch’ y ahí me di cuenta que existe una ley (del Sida)”.
Hoy está más tranquila y tiene la fuerza para explicarles a sus hijos que su condición no es letal. Pero también espera que se haga justicia por el trato sufrido en Porvenir.

Seremi anuncia investigación
por caso de discriminación

La seremi de Salud, María Isabel Banciella, se encontraba en el Festival de la Esquila, en Laguna Blanca, cuando fue consultada por el caso de discriminación por VIH-Sida y la demanda que se presentará el martes en Porvenir.
Dijo que se trata de un caso de una persona joven en el que probablemente se habría difundido su nombre a través del hospital de Porvenir.
“No conozco efectivamente cómo se dio esto pero sin lugar a dudas que amerita investigar y recordar que existe la ley del Sida, que ampara a los portadores y a los pacientes, porque la idea es que no sean discriminados y que se trate como cualquier otra enfermedad infecto-contagiosa y eso no implique que pierda su trabajo o que sea discriminada por la sociedad”, indicó.
La autoridad planteó además que aquí habrá que “enterarse efectivamente cómo se dio el hecho y si se comprueba que hubo vulnerabilidad en la difusión del nombre de la persona, corresponde hacer una investigación sumaria al interior del centro asistencial. Así también la paciente está en todo su derecho, a través de la ley, de hacer las demandas que le correspondan hacer”.

(Fuente: Diario La Prensa Austral, 21 de enero de 2007. Punta Arenas, Chile.)

Al respecto, cabe reflexionar que estos casos se tornan cotidianos. Lo lamentable es constatar que los profesionales de la salud no sólo están obligados a mantener la confidencialidad de sus pacientes, en cumplimiento de una ley sino que esta es innecesaria cuando se sobreponen los principios éticos. Vemos como aquí de manera irresponsable y contra los principios de “no maleficencia” y “justicia” se expone públicamente a una persona discriminándosele desde el mundo de la salud que paradójicamente está llamado a protegerle. Peor aún, la información se filtra produciéndole un daño social tal, que la afectada, se ve obligada a abandonar su ciudad para irse a vivir a una ciudad más grande y se pretende ocultar la discriminación que se ve manifiesta cuando la despiden de su trabajo diciéndole que en realidad es por su bien para que pueda cuidar de su salud. Creemos que menesteroso el reconocer que en éste, al igual, que otros tantos, se ven vulnerados la integridad biosicosocial de la persona, valor primario del modelo de atención de salud.

Como futuros profesionales de la salud no podemos sino repudiar estos hechos condenándolos y hacer presente que es deber del enfermero, de acuerdo al principio de autonomía, respetar la confidencialidad del paciente, no sólo ante casos de SIDA, sino que en general con cualquier estado de salud. A la vez, el profesionalismo obliga a actuar conforme a las normativas vigentes cumpliéndolas en su dimensión ética.

Bibliografía:

  • Diario "La Prensa Austral", edición del 21 de enero de 2007, Punta Arenas, Chile, pags 7 y 8.
  • Sida global : verdades y mentiras : herramientas para luchar contra la pandemia del siglo XXI. Irwin, Alexander; Millen, Joyce; Fallows, Dorothy; Aguiar González, Fernando. Barcelona. Ediciones Paidós Ibérica, S.A. 2004.
  • Sitio de la Organización Mundial para la Salud especializado en SIDA (http://www.who.int/hiv/en/)




Dilemas éticos del inicio de la vida


De por sí la existencia humana aparece como algo históricamente complejo de estudiar con un campo sembrado de dudas y una cosecha con escasas respuestas. El hombre ha pasado su vida, sin importar la época ni la cultura, para intentar explicar las dudas en torno a su existencia. Como un objetivo común y primario pareciera el discernir: ¿Cuándo se da inicio a la vida del ser humano?

Ha sido permanente la búsqueda de un momento argumentativo que permita determinar cuando ha de considerarse por iniciada la existencia humana. Por ejemplo, las corrientes evolucionistas que hacen referencia a que antes de la implantación no se es ser humano, por que debe existir interacción entre el genotipo y el medio. Las escuelas antropológicas contemporáneas, a grandes rasgos, postulan es que el ser humano no es totalmente uno, si la madre “no lo quiere”, por consiguiente no existe. En el caso del padre: este se guía básicamente por la vista, ya que antes (de forma inconsciente) no cree en el ser que esta en el vientre de la mujer solo lo cree en el momento que lo ve en la ecografía, en otras palabras se guía por el dicho “ver para creer”. Desde el punto de vista de la escuela del vinculo, la vida humanizada nunca comienza, sino que se transmite por la transmisión de las características del hombre: “la vida se inicia en el momento que existe un vinculo de amor”. En un plano meramente material la Escuela Genestista indica que es ser humano todo ser que tiene un código genético. El genotipo esta presente desde la fecundación, por lo tanto, existe vida desde ese momento.

Determinante es el adoptar una posición para definir el inicio de la vida ya que de esta posición podrá depender la amplitud en la noción de aborto.


Aborto

Desde el comienzo de una primera célula en adelante, existe un nuevo y totalmente diferente ser humano. Si se destruye esa célula o las que después se desarrollarán, puesto que ese ADN humano no ha existido antes ni volverá a existir otra vez, sería como destruir para siempre toda una especie. Además, puesto que la ciencia del ADN establece que esta primera célula humana y todas las que después se forman sin duda alguna no son parte del cuerpo de otra persona, es muy reprensible que un gran número de mujeres en el mundo, sin razón, rehusen aceptar la infalibilidad del ADN como prueba de que desde su primera célula, el embrión en su vientre no es, con absoluta seguridad, parte de su cuerpo.

Comienza una nueva vida humana en el instante mismo de la concepción. Esto no es ya solamente la posición mantenida durante miles de años por todas las principales religiones, ahora es un hecho científico probado y aceptado, que se usa constantemente en beneficio de la dignidad de los muertos, de los derechos de los inocentes y de la seguridad de la sociedad en general, excepto en el caso de los que están por nacer. Solamente a ellos se les han negado todos los maravillosos beneficios que se derivan de la ciencia del ADN, a pesar de que como prueba éste, son seres humanos únicos e irremplazables, y el quitarles la vida es asesinato por definición.

Por muchas civilizaciones el aborto es un acto repudiable y condenable por el que lo practica, esto porque se quita la posibilidad de seguir viviendo a un ser humano en desarrollo, es el equivalente a un homicidio. Desde el momento de la fecundación se está en presencia de un ser humano que está viviendo, que se desarrolla y que tiene el derecho a la vida al igual que la mujer que se lo está negando, sea cual sea la razón de fondo.
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En el caso del aborto terapéutico nos enfrentamos al dilema de ¿ cuál vida hay que salvar, la de la madre o dejo que el embarazo siga su curso y arriesgo las dos vidas? Es muy difícil decidir, y debe ser meditado a conciencia por el personal a cargo de la decisión y de la familia que está tras esta mujer y su hijo que corren peligro. Si el caso fuera que el feto en gestación no tiene posibilidad de vivir por una malformación como es el caso de un anencéfalo, se optaría por interrumpir el embarazo si la madre corriera peligro de muerte tras un accidente u otra causa; pero de todos modos a todos nos pone en jaque el decidir que es lo mejor para dar o quitar la vida por que nosotros no somos Dios para tener tal poder.


Fertilización asistida

En la utilización de embriones, por medio de la reproducción asistida se va en contra de los preceptos naturales de dar origen a una vida humana, esto es porque se intenta iniciar una vida por medio de técnicas artificiales, poniendo en manos de un experto el atributo o poder de otorgar vida a los embriones que resulten exitosamente “viables” para seguir con su desarrollo (porque de una técnica asistida pueden resultar varios embriones). El cuestionamiento entonces es el siguiente: ¿ el hombre está en condiciones de doblar la mano a la naturaleza y autoconferirse el don de dar vida?, se puede decir que es un gesto de nobleza por parte del médico que realiza tal práctica porque da la posibilidad de tener un hijo a una pareja que no puede concebir.

También está la posibilidad de adoptar a un niño que no tiene padres o que ha sido abandonado, y por cierto que son muchos los niños que necesitan ser queridos y crecer en una familia que les de todo el cariño y confort como si fueran hijos biológicos. Es un derecho de los niños ser queridos y respetados y tener las mismas oportunidades, por ende ¿ no sería mejor darle la oportunidad a uno o varios niños de ser felices antes que intentar obstinadamente tener uno artificialmente?

También resulta un constante sufrimiento y tortura para la pareja someterse a una serie de exámenes médicos, violaciones a su intimidad, a su pudor. Más aún se transforma en un infierno intentar uno tras otro intentos fallidos el milagro de la vida, disminuyendo la autoestima y arrastrando una serie de problemas conyugales en que uno de los miembros culpa al otro o ambos se culpan entre sí; también trae problemas emocionales, depresión, ansiedad; demás está decir que con los trastornos del ánimo se afecta el desempeño laboral e intelectual.

¿Vale la pena pasar por todo esto? Quizás sí vale la pena después de todo, ya que el nacimiento de un hijo cambia todo y vuelve más fuertes los lazos afectivos de la pareja y de toda la familia.


En conclusión, en la determinación del inicio de la vida hay que tener presente que a lo largo del tiempo "el consenso en los diferentes temas bioéticos no es sino un instrumento para nuestra sociedad (en especial en democracia), Se trata, simplemente, de "un modo pragmático de saber qué es un valor en una determinada sociedad y en un determinado momento".

Bibliografía:

  • WILLKE, J.C & Barbara (Ferrer, Jesús, tr.) (03/1983), Manual sobre el aborto, Eunsa. Ediciones Universidad de Navarra, S.A..
  • NATHANSON, Bernard (Ramírez, Enrique tr.) (05/1997), La mano de Dios : autobiografía y conversación del rey de aborto, Ediciones Palabra, S.A..

Etica y Pediatría


La pediatría es una área, en la que enfermera trabaja no tan solo con el paciente, si no que existe una relación muy estrecha con la familia y los padres, los cuales permanecen al lado del pequeño, largas horas de su hospitalización. La enfermera pediátrica debe ser una persona con mucha vocación de servicio y con una capacidad especial para comunicarse con los pacientes, no es fácil trabajar a diario con el dolor, ni menos con el de niños pequeños, en que la hospitalización resulta un hecho traumático en su vida y es por eso que nosotros como enfermeros debemos hacer de su estadía en el hospital un momento lo menos difícil, así el tener empatía con el pequeño, permitir que su madre o cuidador mas cercano este a su lado la mayor parte del tiempo, tener una infraestructura adecuada, con dibujos y colores alegres ayudan entre otras cosas a que el paciente se sienta mejor.
En esta área hay algunas diferencias en lo que respecta a los principios bioéticos.


La beneficencia es el bien del paciente, de la humanidad. Incluye la ausencia de maleficencia en ella se expresa el respeto al paciente y sus familiares.
En este aspecto los enfermera(o)s pediátricos son profesionales abnegados y consagrados a su trabajo, con estrechas relaciones no sólo con el niño sino con la madre o acompañante, tiene conocimientos y habilidades y sabe aplicarlos correctamente en el bien del niño; preocupado por las acciones preventivas y promocionales y cuidadoso al someter al niño a investigaciones que puedan ser superfluas, innecesarias o agresivas. La enfermera sabe escuchar lo referido por la madre o familiares, sabe informar e debe irradiar afecto al niño infundiendo ánimo y cariño a los familiares y eliminando la desesperanza.
Con respecto al principio de autonomía , en pediatría hay que tener en cuenta al niño y a sus familiares, todo procedimiento riesgoso, diagnóstico o terapéutico es debidamente informado al niño (cuando se trata de un niño mayor) y a sus familiares, explicándoles a éstos las ventajas y los riesgos del proceder, el consentimiento informado es la garantía del respeto a la autonomía, como el niño es genéricamente incapaz de tomar decisiones será la familia quien tiene esta responsabilidad. El desconocimiento del principio de la autonomía conlleva a la despersonalización de la atención al no tener en cuenta al niño y sus familiares como personas y a su sistema de valores. El profesional de enfermería debe respetar los valores de la familia y el niño.
Con respecto a al principio de justicia se debe entregar atención de calidad a todos los niños sin discriminar de ninguna manera, tanto en ámbito económico y social, o en función de la patología del paciente, como enfermedades mentales por ejemplo o niños con VHI positivos.
Siempre se debe buscar el bienestar del niño, y estar atentos a la dinámica familiar que observemos durante la hospitalización, siempre que llegue un niño con traumatismos se debe indagar muy bien en la causa y origen de las lesiones, ya que nunca se debe descartar la presencia de maltrato infantil, debemos ser capaces de pesquisar situaciones de riesgo social para así poder hacer intervenciones que ayuden a solucionar los posibles problemas.

El entregar un espíritu positivo a la familia es sumamente importante en nuestra practica profesional, ya que siempre la hospitalización de un niño distorsiona la dinámica familiar, y es un periodo de crisis enorme, debemos en lo posible intentar que el paciente no sienta esa presión durante su hospitalización, y si vemos que los familiares lo estresan en vez de calmarlo, debemos restringir esas visitas estresoras.

Debemos tener especial conciencia moral, en el trabajo con lactantes que aun no pueden hablar ni manifestarnos sentimientos, como dolor, angustia, pena, y otros.
Debemos actuar con mucha cautela al tomar exámenes y realizar procedimientos, que puedan dañar al paciente. Siempre debemos pedir ayuda cuando la necesitemos.
En este tipo de pacientes debemos tener especial cuidado en evitar la iatrogenia, siempre pensar en el paciente y lo que esta sintiendo.
La experiencia de trabajar con niños es muy enriquecedora ya que los niños entregan una tranquilidad y amor muy especial, es por eso que debemos brindarles la mejor calidad en cuidado y entregarles todo nuestro cariño y compañía.

El Código de Ética


La aplicación del código de ética nos guía para seguir un patrón de conductas que es el mejor para desarrollar nuestra profesión, pero para que realmente esto se aplique debe ser un agente de promoción de actitudes mas que imponer y fiscalizar conductas, cada persona tiene sus valores morales los que han sido inculcados durante toda su vida por la sociedad, sus padres y son valores personales, por lo tanto los puntos referidos en el código de ética deberían no implicar una dificultad en su aplicación, ya que la moral esta basada en principios éticos aceptados libre y concientemente. Es por eso que nos cuesta entender como profesionales que eligieron para su vida, un trabajo que implica un tremendo rol social,.y de entrega al prójimo, en ocasiones realizan acciones que van en contra del código establecido por nuestra profesión, que en realidad pensamos que para nosotros no son mas que de sentido común y aplicación no implica un mayor esfuerzo de nuestra parte ya que es lo que tenemos conciencia que se debe hacer.

El código de ética en las profesiones de la salud juega un rol importantísimo, ya que nos guía en forma clara acerca de nuestro quehacer. En este documento para la profesión de enfermería, existen varios puntos que debemos destacar como el deber de la enfermera de entregar una adecuada atención a la comunidad, atendiendo a personas y familias, en los diferentes niveles de atención, dando énfasis en la educación en salud para así mejorar y mantener la salud.

La enfermera tiene el deber de prestar sus servicios de salud, toda persona que lo necesite, sin hacer distinción en sexo, raza, condición física y mental, y respetando sus valores culturales. Hemos visto situaciones en que enfermeras o estudiantes han discriminado a personas en su atención, como por ejemplo hacia personas homosexuales, o pacientes en condiciones especiales como delincuentes o reos, creemos que no es correcto dar una atención de mala calidad tan solo porque no compartamos una postura en especial, tenemos el deber de dejar de lado los resentimientos, y ver a esa persona como un ser integral que nos necesita.

En relación al punto que se refiere a la decisión del paciente y familia en materia de salud, creemos que debemos respetar las decisiones que ellos tomen, pero siempre teniendo en cuenta la integridad y necesidades básicas del paciente. Hemos conocido casos, por ejemplo un paciente que su familia pidió no reanimación era un mayor ya en la etapa terminal de su enfermedad, pero la familia al solicitar esto, se dio un fenómeno que creemos nunca debería ocurrir, ya que las enfermeras comenzaron a no tomarlo en cuenta, sus condiciones higiénicas no eran de lo mas adecuadas, y para que hablar del trato como persona que estaba bastante deteriorado, en este caso se hizo abandono del paciente y no se respeto al punto que se refiere al cuidado hacia el paciente terminal, ya que no se velo por su seguridad y tranquilidad, la atención de enfermería debe entregarse hasta el deceso del paciente. En este caso vemos que no se cumple el principio de beneficencia, ya que no nos preocupamos de ofrecer el bienestar al paciente en sus últimos días.

En relación al paciente familia, se debe resguardar cualquier información de carácter confidencial que se conozca en el curso de la profesión, ya que si no se cumple este principio la relación enfermera- paciente se deteriora. Tenemos la experiencia de un caso en que el paciente un señor maduro con su familia consolidada, recibía la visita de su esposa y familiares en el horario que correspondía, pero siempre venia una mujer sola en un horario diferente, que lo trataba con mucho cariño, todos en el servicio se daban cuenta que era su amante, y el paciente al ver esto pidió la discreción ante la situación, y la enfermera por supuesto que respeto la decisión de su paciente.

No debemos olvidar que en la aplicación del código de ética están implícitamente poniéndose en practica los principios bioéticos como el principio de no maleficencia, por el cual no dañamos intencionalmente al otro, no le hacemos el mal. Podemos dañar al paciente también omitiendo actos en nuestro quehacer profesional, como olvidar un tratamiento, no realizando una higiene adecuada, no tratando al paciente como un ser biosicosocial y solo tratando la enfermedad.
El principio de justicia lo aplicamos al dar una atención igualitaria a todos nuestros pacientes, no haciendo diferencias, ya sea de índole social, económica u otra.
El principio de beneficencia creemos que es el más importante, ya que si cumplimos este los otros se dan inherentemente, ya que si hacemos el bien a nuestro paciente, estaremos haciendo enfermería.
El principio de autonomía es respetar las decisiones del paciente, hacer valer su opinión y entregar la información necesaria para que el paciente tome desiciones en forma responsable, en lo práctico lo aplicamos a través del consentimiento informado.

Debemos tener en cuenta que estos principios debemos aplicarlos durante toda nuestra vida profesional, y en conjunto con el código de ética, así no tendremos problemas en ser excelentes profesionales, que entreguen todo por su vocación de servicio al prójimo.